Es una condena agradable,
el instante previo...
Es como un desgaste,
una necesidad, más que un deseo
Estamos al borde
de la cornisa
Casi apunto de caer...
No sientes miedo, sigues sonriendo
miércoles, 19 de mayo de 2010
jueves, 13 de mayo de 2010
Agridulce y enamorada...
Amor Amor... la palabra más engañosa que jamás haya existido...
Algo volátil, o sobrevalorada en estos tiempos. Ya no existe el amor para siempre, y si es así, es porque realmente no existe el amor. El verdadero amor.
O por lo menos pensaba eso hace unos fáciles cinco meses.
Pero ahora que esta él.
Sí, Él.
El chico que cambio años de labado de cerebro, inseguridades, esceptisismos, pensamientos pesimistas, etc. de la noche a la mañana...
Algunas veces ya no se que PENSAR.
Si bien este blog es fácil, tampoco será algo tan obvio.
Sí bien es el de una chica enamorada, de la boluda que piensa en corazoncitos y besitos, es tmabién el de la chica que además piensa. Porque quiera o no, aún mantengo mi cordura. Los pies sobre la tierra, aunque mi cabeza este orientada hacia la luna.
Sé que nada es eterno... lo sé. Hasta hoy lo sé.
Pero si hoy llego a creer en el amor, mañana no sé que más Eduardo cambiará en mí.
Bien, sé que lo amo... hoy.
Y siento que es imposible tener otro sentimiento hacia él.
Algo volátil, o sobrevalorada en estos tiempos. Ya no existe el amor para siempre, y si es así, es porque realmente no existe el amor. El verdadero amor.
O por lo menos pensaba eso hace unos fáciles cinco meses.
Pero ahora que esta él.
Sí, Él.
El chico que cambio años de labado de cerebro, inseguridades, esceptisismos, pensamientos pesimistas, etc. de la noche a la mañana...
Algunas veces ya no se que PENSAR.
Si bien este blog es fácil, tampoco será algo tan obvio.
Sí bien es el de una chica enamorada, de la boluda que piensa en corazoncitos y besitos, es tmabién el de la chica que además piensa. Porque quiera o no, aún mantengo mi cordura. Los pies sobre la tierra, aunque mi cabeza este orientada hacia la luna.
Sé que nada es eterno... lo sé. Hasta hoy lo sé.
Pero si hoy llego a creer en el amor, mañana no sé que más Eduardo cambiará en mí.
Bien, sé que lo amo... hoy.
Y siento que es imposible tener otro sentimiento hacia él.
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